¿Quieres saber cómo se puede prevenir la violencia en las escuelas? ¿Cuáles son las claves del éxito de actuaciones contra el acoso escolar como el programa Kiva que comenzó en Finlandia? ¿Qué hemos estado haciendo mal?
VIOLENCIA Y EDUCACIÓN
No paramos de tener noticias sobre casos de violencia, acoso e incluso suicidio en el contexto escolar. Por otro lado, la violencia de género entre personas más jóvenes también ha aumentado en los últimos años. ¿Qué relación existe entre estos preocupantes fenómenos? ¿Qué está pasando?
A continuación, vamos a introducir los puntos clave sobre los que hay que reflexionar para comprender la realidad y así poder transformarla. ¿Te vienes?
1. Violencia cero desde los cero años.
Como te conté en una entrada anterior, la prevención de la violencia pasa necesariamente por una socialización en la que no se tolere conductas violentas, desde bien pequeños. ¿Por qué? Porque somos seres sociales, aprendemos por interacción con otros y esto lo hacemos desde que nacemos. Como te decía en aquella entrada, hay situaciones cotidianas que normalizamos con las famosas ocurrencias "son cosas de niños", "es una fase, ya pasará", "tampoco es para tanto", "algo habrás hecho tú" y otras muchas. Al trivializar estos conflictos, transmitimos el claro mensaje de que seguirá ocurriendo; las personas que agreden ven que es la manera de conseguir estatus y las víctimas tendrán que vivir con ello. Piénsalo.
Los niños y las niñas necesitan ambientes en los que se rechace todo tipo de conductas violentas. Para eso, hay que aprender y enseñar a identificarlas. A menudo, esas conductas pasan inadvertidas o incluso son percibidas como graciosas por unos o por otros. Por ejemplo, vemos esto cuando alguien de la clase humilla a otros con comentarios que hacen reír a terceros (por ejemplo, del tipo "tú te callas, gafotas").
Puede resultar más o menos difícil dejar de tolerar ciertas actitudes que tradicionalmente no se han considerado graves, pero es necesario comenzar y ser coherentes. Los niños y las niñas lo entienden perfectamente, pero los adultos tenemos que estar atentos y hablar de ello entre nosotros, con las familias y con el alumnado.
2. Solidaridad con las víctimas y rechazo a las actitudes agresivas.
Para prevenir eficazmente la violencia en el contexto escolar, es necesario crear un clima de solidaridad. Queremos que, cuando se produzca cualquier tipo de maltrato físico o psicológico, no haya espectadores pasivos, sino valientes que se posicionen a favor de las víctimas y las defiendan. Queremos que rechacen públicamente la actitud del agresor y la denuncien.
Los programas y actuaciones que han tenido más éxito en la prevención de la violencia escolar se caracterizan por el protagonismo de los espectadores como agentes, activos y valientes. Ellos y ellas hacen posible un cambio real al enfrentarse a quien agrede, defendiendo a la víctima y denunciando toda conducta violenta. Dejan de ser miradas cómplices. Se rompe la ley del silencio. En esta línea, se ha observado el éxito de diferentes tipos de redes informales de apoyo a las víctimas, tutorías entre iguales, etcétera.
En nuestro caso, recuerdo especialmente varios días del curso pasado en que un grupo grande de alumnos protegió a un compañero de un agresor habitual. Y sí, vamos a llamarlo por su nombre, porque aunque sea un niño es un agresor y este es un tema muy serio. Todos los miembros de la comunidad educativa deben ser conscientes.
3. Modelos de atractivo.
Las chicas y los chicos de secundaria lo dicen: los que molan son los fuertes, un poco "malos" y extrovertidos; las que molan son las que se preocupan más de dar buena imagen. Si por extrovertido entendemos agresivo y por dar buena imagen ajustarse a los modelos que promocionan los medios de comunicación, veremos que hay mucho que hacer desde la prevención, desde las edades más tempranas.
En primer lugar, debemos vaciar de atractivo los modelos violentos. En clase, repetimos una y otra vez en nuestras frecuentes conversaciones sobre el tema (que surgen de manera natural cuando se le da importancia al mismo) que no nos gusta que nos traten mal. Es fácil de entender. Pregunta a quién le gusta. Es importante que el profesorado sea contundente: "no me gusta la gente que trata mal a otros". No se admiten excusas ("empezó él", "me dijo cosas"...). Si aceptamos que una agresión pudo estar motivada, siempre habrá causas y explicaciones para otras en el futuro. Atendemos a la víctima, no al agresor. Lo decimos en voz alta, no nos gusta que traten mal a otros y no nos interesa nada de ellos (en ese momento). Más tarde, a solas, podemos hablar con quien agredió, pero en el momento del conflicto hablamos con la víctima y con los compañeros y no damos más atención a la persona que ha tenido conductas violentas. Si has tenido grupos a tu cargo, piensa en todas las veces que has dedicado más y más tiempo a los alumnos que mostraban conductas violentas, dando el mensaje de que la violencia atrae la atención del adulto; dando ese mensaje tanto al agresor como al resto.
En segundo lugar, hay que dotar de atractivo a aquellos modelos que son valientes y respetuosos, que tratan bien a los otros y además denuncian la violencia y nunca son espectadores pasivos ni cómplices. "¡Cómo me habría gustado tener un amigo como tú cuando iba al cole!", "¡Qué suerte tener un amigo como...! ", "Me encanta cómo es... Qué buen amigo"... Son frases que ayudan a visibilizar aquellas personas que tradicionalmente pasaban desapercibidas. Los convertimos en modelos deseables, tanto para seguir su ejemplo como para buscar su compañía. Debemos dar a la amistad el valor que merece. En la educación es imprescindible aprender a elegir buenas relaciones.
4. Elección y atracción vinculados al lenguaje del deseo y el lenguaje de la ética.
Si aprendemos a elegir buenas compañías, si hacemos visibles y deseables a quienes tratan bien y vaciamos de atractivo las conductas violentas, conseguiremos un cambio real. No es cierto, por tanto, que la atracción en el plano afectivo y sexual sea irracional. No es exclusivamente instintiva, tampoco. Aprendemos en sociedad qué es considerado atractivo y qué no.
Los adultos solemos etiquetar de "chicos buenos" a quienes tratan bien a los demás. Ese es el lenguaje de la ética.
Los chicos y chicas hablan de quién les gusta, o quién "mola" más. Ese es el lenguaje del deseo. A ellos no les parece atractivo un chico bueno, de por sí, en el sentido tradicional de "bueno". Ni como amigo ni como algo más. Aquí hay trabajo que hacer. Por eso te decía antes que los adultos debemos verbalizar ciertas ideas, como que nos gusta que nos traten bien, o que "mola" mucho aquel compañero porque siempre nos trata bien, defiende a quien es maltratado y denuncia la violencia.
5. Amor romántico y amor ideal.
Si bien es cierto que podemos criticar ciertos aspectos de los cuentos de hadas, príncipes azules y princesas, no es menos cierto que normalmente los sacamos de su contexto al hacerlo. Me refiero a los roles, la chica que solo limpia y cocina o el chico que hace el trabajo duro, entre otras mil cosas que se han criticado. Piensa que esos cuentos de amor romántico eran historias que iban en contra de la norma. En ellas, el amor, siempre hacia personas que trataban bien, podía con todo y era más importante que la conveniencia, la política y otras cuestiones que solían determinar los matrimonios en otras épocas, muy por encima de la elección personal.
Si bien es cierto que podemos criticar ciertos aspectos de los cuentos de hadas, príncipes azules y princesas, no es menos cierto que normalmente los sacamos de su contexto al hacerlo. Me refiero a los roles, la chica que solo limpia y cocina o el chico que hace el trabajo duro, entre otras mil cosas que se han criticado. Piensa que esos cuentos de amor romántico eran historias que iban en contra de la norma. En ellas, el amor, siempre hacia personas que trataban bien, podía con todo y era más importante que la conveniencia, la política y otras cuestiones que solían determinar los matrimonios en otras épocas, muy por encima de la elección personal.
En la actualidad, es positivo que hablemos de amor ideal. No hace ningún bien que asumamos que lo que nos atrae no es lo que nos conviene, porque eso se puede cambiar, como te decía. En cambio, sí que tiene sentido hablar de libre elección. Una elección basada en el buen criterio, en querer a quien me trata bien por encima de todo.
Para pensar...
En el aula, ¿prestamos más atención a las personas más conflictivas?
¿Hacemos visibles a quienes tratan bien a los demás?
¿Resaltamos las cualidades de quienes siempre tratan bien a los demás? ¿Y las de aquellos que defienden a quienes son maltratados?
Quien denuncia una agresión, ¿es tratado de chivato o de valiente?
En nuestras clases, ahora en quinto de primaria, hemos visto cómo estas claves nos han permitido mejorar la convivencia. Es cierto que al principio da la sensación de que aumentan los conflictos; eso ocurre cuando empezamos a identificar como violencia lo que antes pasaba desapercibido.
Por último, te sugiero que eches un vistazo a este documento, elaborado hace unos años por el colegio Santiago Apóstol de Valencia. Es un ejemplo real de cómo se ha llevado a la práctica todo lo que te estoy contando.
Por último, te sugiero que eches un vistazo a este documento, elaborado hace unos años por el colegio Santiago Apóstol de Valencia. Es un ejemplo real de cómo se ha llevado a la práctica todo lo que te estoy contando.
[Esta entrada tiene como fuente principal Idealove&NAM. Socialización preventiva de la violencia de género,
estudio publicado por el Ministerio de Educación. Te recomiendo que
visites la web y descargues el texto completo si te interesa el tema (enlace para descargar el archivo, PDF gratuito de 61 páginas).]
Imagen: wikimedia.org